Estando en Jerusalem, un día tomé el bus para ir a Belén. El bus se toma en la Puerta de Damasco y se demora aproximadamente 20 minutos en llegar a Belén. En el bus, al lado mío iba una señora quien me hizo la charla. Durante nuestra conversación me contó que un tío de su esposo vivía en Colombia, específicamente en San Andrés desde hace muchos años. Me imagino que fue de esa ola de emigrantes que llegó a San Andrés en la época en la que se armaba plan para viajar a San Andrés y comprar todos los electrodomésticos para la casa. Al llegar a Belén, la señora muy amablemente me indicó por donde tenía que coger para llegar a la Iglesia de la Natividad. En el ratico que caminamos juntas me contó que ella era de Jerusalem pero su esposo de Belén, así que ella se pega el viaje 2 veces por semana dado que por haber nacido en Jerusalem no le es permitido vivir en Belén. Esa parte de la historia me tocó bastante, increíble como en tan sólo 20 minutos de distancia hay un gran abismo que separa
Con este espacio busco compartir los colores, olores, sabores, ritmos y sonrisas que he descubierto, para animar a quien lo lea y a mi misma, a seguir descubriendo el mundo, a caminar por lugares desconocidos, a bailar ritmos nuevos, a probar otros sabores y dejarse envolver por todas esas pequeñas sorpresas que el mundo tiene por ofrecer. La vida me trajo a India, y con este espacio también busco compartir mi experiencia de vivir en este increíble país.