Tiger Nest Bután fue para mí un destino realmente único, mágico. Generalmente para mis viajes compro la guía Lonely Planet para saber un poco más sobre el lugar que voy a visitar y consejos sobre dónde comer o qué hacer. Honestamente la sección al final donde le explican a uno más sobre el país la leo a medias. Esta vez, sin embargo, dado lo poco que conocía sobre Bután, la leí completa. Dentro de todo lo que leí, una de las cosas que más me llamó la atención fue leer sobre las cuatro verdades nobles del budismo. Estas cuatro verdades son las que unen la ignorancia con la iluminación y el sufrimiento con la libertad. La primera verdad es la verdad del sufrimiento. Está el sufrimiento por el envejecimiento, la enfermedad y la muerte. La segunda verdad se refiere al deseo de querer las cosas de una manera diferente a la que realmente son. La tercera verdad fue descrita por Buda como el Cese Verdadero, la posibilidad de dar fin a todas las desilusiones, deseos y ataduras. La
La vida me ha dado muchas sorpresas, gratas sorpresas. Viajar y conocer tantos lugares ha sido uno de los principales ejes de mi vida. Algunos destinos han llegado a mí sin buscarlos, otros han estado siempre en mi mente. Bután fue uno de esos que llegó de manera inesperada. A comienzo de este año me llegó un correo para aplicar a la conferencia bianual de la comunidad de evaluadores del sur de Asia. La verdad no conocía mucho de Bután, así que decidí aplicar un poco motivada por la curiosidad de conocer, así como la oportunidad de presentar el trabajo que hacemos con unas de las evaluaciones que manejo, cuyo objetivo es empoderar a los adolescentes y reducir el matrimonio infantil en el sud este asiático. Debo admitir que vine a conocer donde quedaba Bután cuando vine por primera vez a India y viajé a la región de India que queda entre Bután y Bangladesh. Bután es realmente un destino único. Yo no sabía que era un país que controlaba tan fuertemente el turismo. Solo se