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Katmandú




Acabo de llegar de pasar una semana en Katmandú. Me hubiera gustado haber ido únicamente en plan turista para conocer los paisajes de Nepal y asombrarme con sus montañas, pero bueno entre las responsabilidades laborales pude sacar el tiempo para conocer Katmandú y ver de lejos la majestuosidad de sus montañas. 



Primero debo comenzar por su gente, la gente en Katmandú me pareció muy amable, como muy noble y sencilla. Creo que puede ser es una característica típica de la gente que vive cerca a las montañas, porque la personalidad de la gente en Katmandú se me hizo similar a la de la gente de Boyacá en Colombia, no sé si será por la similitud del clima y el hecho de estar rodeado de montañas. 

Cerca al hotel queda un barrio comercial, donde se encuentran todas las cositas que uno quiere llevar de recuerdo. Además es el barrio de los restaurantes y los cafés. Mis recomendados, "Fire and Ice" y "Himalayan Java Coffee". El primero es una pizzería bastante famosa, donde la pizza es deliciosa. Mi recomendada, la pizza "Quattro Fromaggi". El segundo es un café justo al frente de la pizzería, el latte y el cappuccino son deliciosos, además tienen ricos desayunos. En esta parte de la ciudad, debo decir, que no sentí como si hacía poco hubiera ocurrido un terremoto. Mi impresión muy totalmente diferente a la que tuve cuando llegue a Puerto Príncipe (Haití), donde en cada parte de la ciudad había rastro del terremoto. Y eso que cuando yo fui, ya habían pasado 2 años. 

En la mañana que fuimos a recorrer y hacer turismo en Katmandú, visitamos 3 templos principales, Boudha, Pashupatinath y Swayambhunath. El que más me gusto fue el último. En cada uno de ellos se ve algún rastro del terremoto. En Swayambhunath hubo una ventana que me llamó la atención.


Desde Katmandú no se pueden apreciar las montañas, así que una mañana nos pegamos la madrugada para ir a Nagarkot, donde hay varios puntos para ver el amanecer y apreciar las montañas. A pesar de que cuando fuimos el cielo no estaba tan despejado como hubiéramos querido, valió la pena ver un pedacito de las montañas y la majestuosidad del Monte Everest, así como disfrutar el amanecer. 



Creo que Nepal es un lugar al que me gustaría regresar, pero en un plan más de caminar y recorrer sus paisajes y montañas.

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