Hace un par de meses fui a Turquia a asistir al matrimonio de una amiga, duré una semana y debo decir que, así como India, Turquia es de esos países que ocupan un lugar especial en mi corazón. Ratifiqué que los países un poco caoticos, donde todos los sentidos trabajan al mismo tiempo al toparse con el contraste de colores, olores, sonidos y sabores, y donde las sonrisas se ofrecen y se reciben desinteresadamente, son los países que se quedan tatuados en mi piel. Creo que tener la oportunidad de participar en ciertas celebraciones sociales o religiosas, como un matrimonio o navidad, le brinda a uno la oportunidad de vivir y experimentar un país de una manera mucho más cercana y no como un simple turista. En el caso particular de un matrimonio, creo que le permite a uno descubrir el signficado de la familia, el amor, la entrega. Además de experimentar y compartir la manera de celebrar, mostrar y transmitir la felicidad. A mi la música me encantó, me integré a los bailes en grupo y logré desenvolverme en un terreno musical que me era totalmente nuevo. Creo que esa puede ser una de las ventajas de ser colombiana, bailar y expresar la alegria a través del baile es algo que hace parte de nosotros. Y aqui es donde puedo decir que a pesar de separarnos tantos kilómetros, al final somos más cercanos de lo que creemos. Nos une un poco esa informalidad, ese desorden propios de un país en desarrollo, pero a la vez, esa alegría, esa calidez, esa sencillez y esa capacidad de sonreirle a la vida. Considero que Turquia es un destino inmensamente rico culturalmente que le brinda a uno la oportunidad de sorprenderse con cada uno de esos pequeños detalles con los cuales se topa inesperadamente. Para mí, no sólo es un destino que recomendaría para pasear y conocer, sino un lugar donde me arriesgaría a ser participe de la cotidianidad del día a día. Teşekkürler Turkiye.
Tiger Nest Bután fue para mí un destino realmente único, mágico. Generalmente para mis viajes compro la guía Lonely Planet para saber un poco más sobre el lugar que voy a visitar y consejos sobre dónde comer o qué hacer. Honestamente la sección al final donde le explican a uno más sobre el país la leo a medias. Esta vez, sin embargo, dado lo poco que conocía sobre Bután, la leí completa. Dentro de todo lo que leí, una de las cosas que más me llamó la atención fue leer sobre las cuatro verdades nobles del budismo. Estas cuatro verdades son las que unen la ignorancia con la iluminación y el sufrimiento con la libertad. La primera verdad es la verdad del sufrimiento. Está el sufrimiento por el envejecimiento, la enfermedad y la muerte. La segunda verdad se refiere al deseo de querer las cosas de una manera diferente a la que realmente son. La tercera verdad fue descrita por Buda como el Cese Verdadero, la posibilidad de dar fin a todas las desilusiones, deseos y ataduras. La
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